De su vida...

Le gustaba ponerse vestidos y zapatitos de charol; criticaba a las niñas maleducadas y hacia siempre sus tareas; nunca se comió las uñas ni masticó sus lápices; sus cuadernos siempre forrados y sin rayones; su mochila estaba ordenada por tamaño o color; sonreía en las fotos y abrazaba a los adultos cuando le nacía. Era una muñeca convertida en niña de verdad, pinocho alpargata, el sueño de su madre.
Descubrió las comodidades de un buen pantalón, las anécdotas cuando jugaba todo el día, lo relajante de garabatear las hojas que no parecían servir, lo gracioso de hacer muecas y chistes colorados (que no entendía), lo divertido que era jugar con niños, lo gratificante de regalar las muñecas por la ventana a lo Lisa Simpson. Sintió descubrir un mundo al que era ajena y no le pedía nada para ser miembro.
No sé que etapa estuvo mejor, no lo digo por ella porque la rebelde estuvo asombrosa, es solo que cree querer una muñeca algún día.

Hacía su pequeña mochila y AHÍ SE VEN! se “iba” de casa, donde alguna tía o debajo de aquel árbol al lado del parque. Se quedaba ahí miedosa, esperando que la encuentren arrepentidos o por último volvía sola con cierto resentimiento... sus ojos brillaban cuando veían alguna cara conocida que venia por ella. En el fondo sólo quería que la lleven de la mano. Tenia menos de seis años y ya se hartaba de ciertas cosas.
Hace mucho hizo una maleta, su vida en 40 kilos y AHÍ SE VEN otra vez... después de tanto, en el fondo, todavía quiere que la lleven de la mano a casa.

Le regaló su vida y la aceptó con gusto, le prometió lo más irracional y sonrió contenta. Todavía la maneja con las cuerdas que tiene en las muñecas y tobillos, es sólo que por el momento la guarda en un cajón y no quiere jugar... creo que ella tampoco, aunque da buen espectáculo.

Cerró los ojos, aun estaba conciente como para percibir el sufrimiento que causaba a su alrededor, todos hablaban sin saber que los podía escuchar. Todavía estaba viva como para sufrir ella también... no abrió los ojos para acortar su partida... nunca fue buena con las despedidas.

Pensó que la había ocultado bien... en el último cajón a la izquierda, ahí, debajo de esos calcetines que ya no usa, al lado de un buzo que usaba para dormir y otras cosas sin importancia. A veces debajo de la cama, entre cajas, polvo y olvido. O simplemente en los archivos que tiene dentro de la cabeza. Pensó que ahí estaba segura... pero no.
Se enteró que la vida que tenia ya nunca será la misma, que solo le queda recordarla en alguna reunión de la familia o entre sus amigos. Ya no queda nada. La que tiene ahora esta nueva y no tiene ganas de estrenarla, la guardara al lado de la vieja, como los escondites no eran óptimos tal vez alguien la encuentre y le recuerde que todavía la tiene.

Sin duda es la nieta mas parecida a su abuela. Tienen una complicidad invisiblemente fuerte, solo necesitan mirarse para saber que quieren y sus caracteres son tan iguales que seria fácil llegar a contradicciones, pero no.
Se quedó con su mitad, la otra la dejó en su casa o con sus amigos. Todavía está ahí.

El amor de su vida hasta sus ocho años se llamaba Gonzalo.Le acababa de confesar que le gustaba desde hace tres años, pero que el último año el niño nuevo le gustaba más, que en efecto, era cierto. Él ante tanta sinceridad le confesó que le gusto todo el año pasado, pero que ese año le gustaba otra niña. Los dos se asombraron ante el hecho. Se sonrieron en medio del sonrojamiento y él se fue corriendo.

En realidad nada de lo que ella haga va a estar bien para ella a la larga, por eso no hace nada... lo malo es que no hacer nada es peor que hacer algo sin sentido en algo mínimo... si surge el cambio que le permita ganar meritos por sus acciones consigo misma, al no hacer nada ni siquiera lo notaría porque seguiría sin resultados, en cambio si hace algo que no va a llegar a nada, puede que llegue eventualemente, pero el mínimo de diferencia parece máximo cuando lo pone en práctica.

A veces piensa en la situación y llega a la conclusión de que «son boludeces»... otros días le encuentra la lógica indefinida y se siente calmada tratando de concluir sus planes... la segunda es mas frecuente y es ahí cuando la primera suscita de nuevo.

Nunca lo supo como para olvidarlo.

Le cortó el pelo a su amigo rafa... se divirtió bastante jugando a ser peluquera.

Triste ver como se reduce la gente que uno conoce a lo largo de la vida cuando la pone de manera escrita.