De su vida...

lunes, febrero 28, 2005

Le gustaba ponerse vestidos y zapatitos de charol; criticaba a las niñas maleducadas y hacia siempre sus tareas; nunca se comió las uñas ni masticó sus lápices; sus cuadernos siempre forrados y sin rayones; su mochila estaba ordenada por tamaño o color; sonreía en las fotos y abrazaba a los adultos cuando le nacía. Era una muñeca convertida en niña de verdad, pinocho alpargata, el sueño de su madre.
Descubrió las comodidades de un buen pantalón, las anécdotas cuando jugaba todo el día, lo relajante de garabatear las hojas que no parecían servir, lo gracioso de hacer muecas y chistes colorados (que no entendía), lo divertido que era jugar con niños, lo gratificante de regalar las muñecas por la ventana a lo Lisa Simpson. Sintió descubrir un mundo al que era ajena y no le pedía nada para ser miembro.
No sé que etapa estuvo mejor, no lo digo por ella porque la rebelde estuvo asombrosa, es solo que cree querer una muñeca algún día.

9:04 p.m.