De su vida...

viernes, abril 22, 2005

En la parada del autobús un viejito que parecía amable se le acerca. Le pide su teléfono, se ofrece a acompañarla a su casa y la sigue.
«Me recuerda a mi abuelo, aunque él es más joven (sonrisa)».
No sirvió.
Hombres, por hoy, sólo por hoy... le dan un poco de asco.

8:00 p.m.